"No intentes enterrar el dolor: se extenderá a través de la tierra, bajo
tus pies; se filtrará en el agua que hayas de beber y te envenenará la
sangre. Las heridas se cierran, pero siempre quedan cicatrices más o
menos visibles que volverán a molestar cuando cambie el tiempo,
recordándote en la piel su existencia, y con ella el golpe que las originó.
Y el recuerdo del golpe afectará a decisiones futuras, creará miedos
inútiles y tristezas arrastradas, y tú crecerás como una criatura apagada y
cobarde. ¿Para qué intentar huir y dejar atrás la ciudad donde caíste?
¿Por la vana esperanza de que en otro lugar, en un clima más benigno,
ya no te dolerán las cicatrices y beberás un agua más limpia? A tu
alrededor se alzarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde
vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la
vida que has malogrado malograda queda en cualquier parte del mundo."